Creo que hay que conocer e informarse para poder opinar. Hay muchas maneras de obtener información y ahora parece que lo tengamos fácil. Entramos en la web, buscamos en San Google el tema que nos interesa y en menos de cinco segundos se nos ofrecen multitud de páginas hablando de la cuestión. Sin embargo, podemos ir a parar a una web donde las realidades que se nos ofrecen son meras opiniones subjetivas. O peor aún, tergiversan los hechos debido a intereses concretos, o por alguna que otra razón. Un ejemplo al que me gusta recurrir es el del cannabis o marihuana. ¿Droga o fármaco? ¿planta o química? En esta cuestión se mezclan un sin fin de ideologías, creencias y tabúes que enredan y manipulan la realidad. Por motivos que no vienen al caso, me interesé por saber por qué provoca efectos psicoactivos, si esos eran nocivos y si lo eran, hasta qué punto. También quise saber si estos efectos eran los únicos.
Aprendiendo a narrar historias inspiradas en la ciencia y en sus protagonistas. Adicta a los libros y a los de divulgación en especial. Editora en @hypatiacafe