No tengo el placer de conocer a Katalin, no obstante, estoy segura de que le preocupaba, y le preocupa, el futuro tanto como a mí. De hecho, la incertidumbre, el no saber que pasará mañana, da miedo. El futuro da miedo. Escasez de agua potable, sequías, terremotos, inundaciones, destrucción, terrorismo, gobiernos inestables, superpoblación, pobreza, hambre, guerras, bomba atómica, desplazados, inmigración, violencia sexual, explotación infantil, entropía medioambiental, microplásticos que caen del cielo, virus mortales, el maldito cáncer, bacterias resistentes. Y por supuesto, tengamos presente que los casquetes polares no están esperando a que decidamos si el cambio climático existe o no. Subirá el nivel del mar y los climas serán extremos. Ante tal panorama, y con ayuda de algunas fuentes periodísticas, una gran mayoría no puede dejar de imaginarse un futuro distópico como el de "El mundo feliz" de Huxley. el de Orwell en "1984" y películas
Aprendiendo a narrar historias inspiradas en la ciencia y en sus protagonistas. Adicta a los libros y a los de divulgación en especial. Editora en @hypatiacafe