El olor a desinfectante la tiene mareada desde que llegaron y le perturba el blanco en todo lo que la rodea. Lleva rato observando por la ventana como se despierta la ciudad sin soltar la pequeña mano de Andrés, se repite que solo hay que esperar, que todo va bien. Vuelve la mirada hacia su hermano que duerme plácidamente. Con la otra mano le retira el flequillo y le besa en la frente. Se sorprende que huela todavía a leche, pero es que hace poco que dejó de ser un bebé. En ese preciso instante, percibe moviendo de dedos entre los suyos. Se está despertando. Quiere salir al pasillo y avisar al personal, pero no se atreve a dejarlo solo. — ¡Enfermera! — grita — ¡Enfermera! Una de las sanitarias entra corriendo, señalando el botón rojo de sobre la cama de Andrés. Le recuerda es para llamar y así no molesta a los otros pacientes. — ¡Mi hermano se está despertando! — le dice, para luego sellar sus labios con la mano, excusándose por chillar.
Aprendiendo a narrar historias inspiradas en la ciencia y en sus protagonistas. Adicta a los libros y a los de divulgación en especial. Editora en @hypatiacafe