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El abrazo de Cuscuta

 


Enraizada en suelo fértil la Tomatera detecta como la semilla de Cuscuta germina a sus pies. Se la mira desde su ubicación privilegiada.

      La joven Cuscuta sobrevive gracias a las sustancias nutritivas almacenadas para ese menester. Sin embargo, si en dos semanas no encuentra dónde alojarse las reservas se acabarán y morirá.  

      Cuscuta, experta en detectar moléculas en el aire, distingue el aroma de Tomatera. El pequeño tallo de plantón empieza a moverse en pequeños círculos, como un ciego explorando con su bastón el espacio que le rodea. 

     Tomatera observa cómo, poco a poco, la tierna planta se va acercando. Al rozar el pie de su tallo le produce un agradable cosquilleo. Ya no va a estar sola, ya que a pesar de estar rodeada de miles de congéneres en el huerto de Sapiens no le es posible tocarlas. 

     Una vez Cuscuta percibe el tronco de Tomatera pone en marcha toda la sabiduría ancestral conservada en sus genes y crece enrollándose al tallo a una velocidad de dos milímetros por hora. 

     Entonces, Cuscuta genera una especie de tentáculos chupadores llamados haustorios y los clava sin piedad al tronco de su huésped.

     Tomatera siente unos leves pinchazos que le resultan casi agradables. La penetración de un individuo divergente en su cuerpo le produce verdadero placer y se deja abrazar una y otra vez, retorciéndose a la par que su invasora.

      Los apéndices succionadores de Cuscuta se van introduciendo impasibles hasta topar con el intimo xilema de Tomatera con el fin de extraer sales minerales, azúcares, agua y también virus. En definitiva, para robarle nutrientes y poder sobrevivir. 

      Cuando Tomatera percibe las intenciones parasitarias de su nueva amiga activa a su vez sus mecanismos de defensa para evitar que los haustorios alcancen sus conductos vasculares. Bloquea con capas de tejido almacenador de agua, llamado parénquima, todo el alrededor del cilindro vascular y así evitar o retrasar mediante esas barreras el paso de los haustorios. 

     Pero Cuscuta ya ha alcanzado con sus tentáculos chupadores la savia y está absorbiendo el líquido vital como si fuera un vampiro. Tomatera desconcertada y débil se rinde.

      Pasados unos días, Tomatera ha perdido su color verde, sus hojas están mustias y no puede dar fruto. Se ha convertido en un espectro al servicio de Cuscuta. Está viviendo en Matrix.

      Una mañana, temprano, la tierra tiembla a los pies de Tomatera, es el gigante Sapiens que se acerca con unas tijeras de podar en las manos. Con ellas cercena el tronco principal de Cuscuta. Luego, arranca y desenrosca con destreza el abrazo mortal.

 

En la edad media, los campesinos de distintos países de Europa creían que algunos vegetales de aspecto extraño que veían en el campo surgían porque el año anterior había pasado un cometa. Pero en realidad se trataba del resultado de una planta cualquiera parasitada por la cuscuta. 

      Existen entre cien y ciento setenta especies de cuscutas. Las cuscutas tienen unos finos tallos tubulares y hojas reducidas en forma de escamas. No tienen clorofila, por lo que no pueden hacer la fotosíntesis y presentan un color amarillo. Tampoco sus raíces funcionan por lo que deben conseguir el agua y las sales minerales arrebatándoselas a la planta parasitada.

      Las plantas parasitadas pueden ser pequeñas hierbas o grandes árboles y entre ellas se encuentran especies de interés agrícola como la patata, la alfalfa o la tomatera, por lo que su impacto económico es importante. 

      Al sorber la savia, la cuscuta debilita a su huésped, ya que disminuye su resistencia frente a enfermedades. Además, la planta parásita, con su red enorme de tallos, puede expandir esas Infecciones de una planta a otra.

      Hay unas quince especies de cuscuta que son plagas graves en los cultivos y llegan a causar pérdidas en las cosechas superiores al ochenta por ciento. Además, sus semillas pueden ser contaminantes en algunas producciones, como en las legumbres de pequeño tamaño, lo que hace que disminuya su calidad y su precio. Muchos países tienen legislación que impide la entrada de estos productos si vienen contaminados, por lo que esta planta lastra las exportaciones de muchos países en desarrollo. 

 

Este microcuento participa en la iniciativa de @hypatiacafe para el tema #PVvegetal .

Me he documentado con "Botánica insólita" de José Ramon Alonso publicado por Nextdoor

 





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