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Algo ocurrió en Mileto

 

   “Se dice qué fue Anaximandro de Mileto el primero que abrió las puertas de la naturaleza" Plinio, Historia Natural, año 77 d.c. 

En algún momento de nuestra historia debió surgir una fuerte discordancia entre dos formas de entender el mundo. ¡Hay muchas! —me diréis— Si, las hay, claro qué las hay, pero de las que quiero hablar llevan siglos enfrentándose, o quizás milenios, y el reflejo de la batalla, desgraciadamente, está resurgiendo en nuestros días. Es un tema que me apasiona y del qué siempre deseo hablar con el fin de comprenderlo en profundidad. Así qué esto va a ser un poco un ejercicio personal.

       Me imagino en la orilla del mar de una playa cualquiera, sentada sobre la cálida arena dejando que las olas me hagan cosquillas en los pies. Me agrada sentir cómo mi cuerpo se va hundiendo despacio en la arena al retirarse la ola. Contemplo el horizonte donde el cielo está sobre mí cabeza y debajo de él está el mar, y la tierra. 

       Cierro los ojos y viajo al pasado. Me imagino a un sapiens arcaico sentado a mí lado pensativo. Lo que le muestran sus sentidos, como a los míos, es un mundo formado por el cielo, en forma de bóveda, sostenido por la tierra que está abajo. Entonces, parece lógico preguntarse, ¿qué aguanta nuestra Tierra? 

       Todas las civilizaciones resolvieron esta cuestión de forma muy similar. Unas, que debajo de la Tierra, para qué no se cayera, tenía que haber más tierra, hasta el infinito. En algunos mitos asiáticos la sostienen elefantes sobre una enorme tortuga. En la biblia se mencionan gigantescas columnas qué sostienen nuestro mundo. Estas imágenes las comparten civilizaciones como la egipcia, la china, la maya, la India, África negra, los hebreos de la Biblia, los indios de América, los antiguos imperios babilónicos y el resto de las culturas de las que tenemos noticia. Todas menos una: la civilización griega.

       Ya en la edad clásica, los griegos se imaginaban la Tierra como una gran roca suspendida en el espacio.  Por debajo de la Tierra no había ni tierra, ni tortugas, ni columnas, solo el cielo. ¿Cómo intuyeron los griegos qué la Tierra flota en el espacio? ¿O que sigue habiendo cielo debajo de nuestros pies? 

       En todas partes he leído que ocurrió algo hace veintiséis siglos en la ciudad griega de Mileto, en la costa occidental de la actual Turquía. Unos hablan de que ese algo fue gracias al genial Tales, su fundador, otros hablan del polifacético Anaximandro. Sin embargo, como esto es un ejercicio personal, diré que no creo en héroes ni en genios individuales. En ninguno. Más bien, los cambios profundos, los descubrimientos, la música más exquisita y las obras de arte más bellas surgen en ecosistemas complejos que abonan el terreno para que emerja alguien o algo qué rompa las reglas y nos haga progresar o adquirir conocimiento. Lo equiparo un poco a la evolución biológica, que sin interacción con el ambiente no puede existir vida —pero es solo mí opinión.

       Sigo viajando por el pasado y esta vez me lleva a Mileto en el siglo VI antes de cristo. En una pequeña ágora donde se reúnen maestros y alumnos para debatir sobre poesía, política, negocios y filosofía, además de pasarse horas en el gimnasio. Como en cualquier escuela se comparten argumentos, se mezclan ideas y se juega. Se amasan conocimientos. Fue allí donde ese algo se fraguó a fuego lento y cambió la ruta de nuestra historia. 

       En la escuela de Mileto se exploraron con pasión nuevas maneras de pensar el mundo. Maneras qué no les llevó a certezas, sino todo lo contrario, a la conciencia de la magnitud de su ignorancia. Dudaron de lo que creían saber, por lo qué empezaron a preguntarse cómo podrían conocer realmente como funciona la naturaleza. 

       En algún momento debió hacerse patente la discordancia entre los hechos y las creencias. Esa discordancia debió llevar a un nuevo tipo de pensamiento, fluido, en constante evolución que tiene una fuerza enorme, una magia sutil que es capaz de alterar radicalmente nuestra visión del mundo. Por supuesto, estoy hablando del pensamiento científico.

       En la escuela de Mileto se transformó la visión del mundo. Se pasó de una caja cerrada por la parte de arriba por el cielo y por la parte de abajo por la Tierra a un espacio abierto en el qué la Tierra flotaba. 

       Cuando me pregunto cómo debió ser la primera manifestación del pensamiento racional de la naturaleza me lleva a preguntarme también por el saber anterior. El saber de donde nació este pensamiento y del cual se diferenció y contra el qué se rebeló y se rebela todavía. En Mileto se dio vía libre a un enorme conflicto entre dos formas de conocer profundamente diferentes. Por un lado, un saber nuevo acerca del mundo, fundado en la curiosidad, en la rebelión contra las certezas y, por tanto, en el cambio. Por otro, el pensamiento entonces dominante, místico-religioso fundamentado en certezas qué no pueden ser puestas en discusión. Esta discordancia ha atravesado la historia de nuestra civilización con victorias y derrotas de uno y otro.

       Faltaba todavía mucho para que surgiera el método científico como lo entendemos hoy. Ningún componente de la escuela intentó siquiera apoyar sus observaciones e intuiciones con experimentos, sin embargo, en la escuela de Mileto se volvió la mirada hacia la naturaleza y se empezó a alejarse de los Dioses. 

       Hoy, parece qué el conflicto entre las dos formas rivales se abre de nuevo. Muchas voces, con orígenes políticos y culturales muy diferentes, cantan de nuevo al irracionalismo y a la primacía del pensamiento religioso. De ello se palpan claros signos. Parece como si fuera mejor tener certezas falsas que incertidumbres.

       En conclusión, en la costa Jónica, hace veintiséis siglos, algo inició una nueva senda para la humanidad. Una gigantesca revolución que dio paso a la física, a la química, a la astronomía, disciplinas que nacieron de la curiosidad y del movimiento de las ideas. Sin lugar a duda, algo ocurrió en Mileto.

 

Con esta entrada participo como #polivulgador de @hypatiacafe sobre #PVDiscordancia




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