No sé si habéis observado que esta pandemia nos está convirtiendo en
filósofos caseros. Me encanta. Tal vez lo hayamos sido siempre.
Hace unos días en una conversación con
un amigo surgió a debate la dificultad de acceder a una verdad objetiva.¡Toma ya!
Para mi contertulio la verdad es
subjetiva y hay tantas verdades como personas. ¡Ya la tuvimos liada!
—La Tierra da una vuelta completa al
Sol cada 365 días. Eso es cierto a pesar de lo que tú puedas pensar o sentir
—contraataqué —. Es la misma verdad para todos.
—Sin embargo, ¿como sé que realmente es
cierto si no lo he visto con mis propios ojos?
—Haces bien en preguntarte como sabemos
lo que sabemos. A través del método científico se ha podido demostrar
muchísimas veces.
—Ya estamos con la ciencia —resopló mi
amigo a la vez que me lanzaba una mueca de fastidio—...La ciencia también se
equivoca.
—¡Pues claro, de eso se trata! De ir
rectificando a medida que las evidencias lo exigen, de...
—La relatividad de Einstein desbancó a la gravedad de Newton porque era incorrecta
—interrumpió.
—¡Oh, no, eso si que no! —protesté —. La mecánica
clásica de Newton sigue siendo válida para predecir el movimiento de objetos
grandes. Solo era incompleta, como lo es la de Einstein. Si Einstein llegó más
lejos fue porque estaba subido a hombros de gigantes como Newton y de todos los
que lo precedieron.
》Cada generación se apoya en el
conocimiento y el saber de las anteriores. Es como un hilo que conecta a los
antepasados con los contemporáneos, repercutiendo en su trabajo y en el de las
generaciones futuras.
》Así Copérnico, padre de la teoría heliocéntrica,
se basó en filósofos griegos como Hiparco y Ptolomeo, cuyas obras fueron
preservadas, !en países islámicos durante los siglos IX-XIII! La obra de
Copérnico es clave para que décadas más tarde Galileo y Kepler pusieran los
cimientos de la revolución científica que culminó con la obra de Newton, con
sus luces y sombras. Este simple hilo ya recorre veinte siglos, y es solo uno
entre todos los que componen nuestro vasto, y por supuesto incompleto,
conocimiento.
》Es como los castellers catalanes. La
enxaneta va subiendo despacio hasta la cima agarrándose a sus mayores
que sostienen la estructura subidos a los hombros de sus compañeros. Desde allí
arriba, la enxaneta disfruta de una perspectiva privilegiada, segura de
que la base del castell está formada por hombres y mujeres con los pies
anclados en la tierra y que han demostrado, en más de una ocasión, que
saben lo que hacen sosteniendo todo el peso.
》Así es como vamos adquiriendo
conocimiento, muy poco a poco y sobre bases sólidas, sorteando nuestros sesgos
más interiorizados. Aproximándonos, en lo posible, a las leyes objetivas que
gobiernan la naturaleza en toda su extensión. Y ajustándose a medida que la
tecnología lo permite.
Mi amigo me lanzó una sonrisa ladeada
que no supe muy bien como interpretar, pero correspondí con otra.
Con este relato participo como #polivulgador de @hypatiacafe con el tema
#PVgigantes
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