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Eleonor se convirtió en Barbara

 


Eleanor, con solo tres años, era capaz de jugar sola durante horas. A su madre, Sara, le preocupaba que no necesitase nunca a nadie.

    —Thomas, esa niña es rara—le dijo a su marido—, no es normal ese desapego. 

    —Cariño, nuestra hija es del todo normal, solo tiene curiosidad por temas distintos a los de los niños de su edad.

    —Pero en lugar de jugar con muñecas, juega con el maíz de la despensa, y eso es extraño, Thomas. 

    —A mí me pregunta por qué los granos de algunas mazorcas son de distintos colores.

    Thomas sonrió con ternura. 

    —Cuando le ato los lazos rosas en las trenzas se los arranca. No es nada femenina.

    —Y ¡qué más da Sara, por dios! —contestó sorprendido por las palabras de su mujer—. Nuestra hija es inteligente, fuerte e independiente, y eso es una ventaja, no una rareza—replicó Thomas—A nuestra hija le encanta perderse en su propio mundo de imaginación. Muestra un talento especial para visualizar cosas que los niños de su edad no pueden ver todavía—siguió— Hemos de soñar a lo grande, Sara, nuestra hija llegará lejos. 

    —Tal vez tengas razón, pero nadie va a querer casarse con ella, ya verás. 

    —Sin embargo, su nombre Eleanor es demasiado delicado, propongo cambiarlo por el de Barbara, le paga más ¿no te parece?

    Y así lo hicieron, a partir de entonces Eleonor se convirtió en Barbara, y Barbara llegó muy lejos.



Barbara McClintock nació el 16 de junio de 1902 en Hartford, Estados Unidos. Fue la tercera de cuatro hermanos. Su padre, Thomas McClintock, era médico en Connecticut, su madre, Sara, cuidaba de la casa y de los niños. 

    Barbara estudió botánica y se especializó en genética. En 1952 descubrió los genes saltarines que se acabarían llamando "transposones" y 30 años más tarde, le otorgaron el premio Nobel de medicina en 1983, convirtiéndose en la primera mujer en ganarlo en solitario. 


Los genes saltarines, también conocidos como transposones, son pequeñas secuencias con información genética, es decir, ADN. Reciben este nombre ya que tienen la capacidad de moverse de lugar dentro del genoma del organismo, como si saltaran de una posición a otra. Y eso tiene consecuencias, ya que si las letras de ADN cambian de lugar, también lo hacen sus instrucciones.

 

Para conocer más a fondo a Barbara: https://es.wikipedia.org/wiki/Barbara_McClintock

 

Con Con este relato participo como #polivulgador de @hypatiacafe

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