Mira con ternura el remolino de la coronilla de su hijo y piensa en el teorema matemático que dice que es imposible peinar una bola peluda, como leyó en ese libro de Feynmann, donde explicaba también aquel otro que decía que una esfera se podía partir en un número de trozos finito y volver a reconstruirla con el doble de tamaño sin que quedaran huecos. Una cosa es una correspondencia entre infinitos de diferente tamaño pero ¡con trozos finitos! Todo por un simple axioma de elección. Las matemáticas son un mundo aparte, empezando por su misma existencia ¿son una construcción de la mente o tienen otro tipo de consistencia? Esa omnipresencia del número pi... No podía dejar de pensar que tenían el mismo estatus que las propiedades emergentes del universo, donde la información pese a ser intangible era más importante que la materia porque ¿No es más importante la estructura de algo que sus componentes? ¿La suma más relevante que las partes? El núcleo del pensamiento no es más que un algoritmo ¿Qué es la conciencia, sino un determinado tipo de organización? Una propiedad emergente más, una ilusión que podría desvanecerse en un instante si...
- Cariño ¡Cariño! ¿Dónde estás? Tenías la mirada perdida…
- Lejos. Muy lejos. Gracias por traerme de vuelta.
Con este relato Juan Pablo Fuentes participa como #polivulgador
de @hypatiacafe, el tema #PVmiradas
Comentarios
Publicar un comentario